martes, 22 de septiembre de 2015

Dieta para la enfermedad hepática

Algunas personas con enfermedad hepática tienen que consumir una dieta especial, la cual protege al hígado del trabajo esforzado y lo ayuda a funcionar.



Función
  • Restringir la cantidad de proteína que consume. Esto le ayudará a reducir la acumulación de productos de desecho tóxicos.
  • Aumentar su ingesta de carbohidratos en proporción a la cantidad de proteína que consume.
Efectos secundarios
Recomendaciones
  • Consuma grandes cantidades de alimentos con carbohidratos, los cuales deben ser la mayor fuente de calorías en esta dieta.
  • Consuma una ingesta moderada de grasas, como lo indique el médico. El incremento de grasas y carbohidratos ayuda a prevenir la descomposición de las proteínas en el hígado.
  • Coma aproximadamente 1 gramo de proteína por kilogramo de peso corporal. Esto significa que un hombre de 70 kilogramos (154 libras) debe comer 70 gramos de proteína por día. Esto no incluye la proteína proveniente de alimentos con almidones y verduras. Una persona con daño hepático grave posiblemente deba consumir menos proteína. Hable con el médico respecto a sus necesidades proteínicas.
  • Tome suplementos vitamínicos, en especial vitaminas del complejo B.
  • Reduzca la cantidad de sal que consume (normalmente menos de 1,500 miligramos por día) si está reteniendo líquidos.
  • Desayuno
  • 1 naranja
  • avena cocida, con leche y azúcar
  • 1 tostada de pan integral
  • mermelada de fresa
  • café o té
  • Almuerzo
  • 110 g (4 onzas) de carne magra de pescado, aves o carnes rojas cocidos
  • un producto con almidón (como las papas)
  • una verdura cocida
  • ensalada
  • 2 tajadas de pan integral
  • 1 cucharada grande de gelatina
  • fruta fresca
  • leche
  • Refrigerio de la tarde
  • leche con galletas integrales
  • Cena
  • 110 g (4 onzas) de carne cocida de pescado, ave o res
  • un producto con almidón (como las papas)
  • una verdura cocida
  • ensalada
  • 2 panecillos integrales
  • fruta fresca o postre
  • 235 ml (8 onzas) de leche
  • Refrigerio de la noche
  • un vaso de leche o un pedazo de fruta
Las proteínas normalmente ayudan a la reparación del tejido. También previenen la acumulación de grasa y daño a las células hepáticas.
En personas con hígados muy dañados, las proteínas no se procesan apropiadamente y los productos residuales se pueden acumular y afectar el cerebro.
Los cambios en la dieta para la enfermedad hepática pueden abarcar:
La enfermedad hepática puede afectar la absorción de alimentos y la producción de proteínas y vitaminas; por lo tanto, su dieta puede influir en su peso, apetito y en las cantidades de vitaminas presentes en su cuerpo. No limite demasiado la proteína, debido a que puede causar deficiencias de ciertos aminoácidos.
Los cambios que necesitará hacer dependen de qué tan bien esté funcionando su hígado. Hable con el médico sobre el mejor tipo de alimentación en su caso para que obtenga la cantidad apropiada de nutrición. 
Las recomendaciones generales para pacientes con enfermedad hepática grave abarcan:
MUESTRA DE MENÚ
La mayoría de las veces, usted no tiene que evitar alimentos específicos.
Si tiene inquietudes con respecto a la dieta o los síntomas, consulte con el médico.

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